Así es si el embarazo no se ha ido al traste desde el Jueves pasado (6s3d), última cita médica que tuve y donde se pudo certificar que, de momento, el embrioncito echaba para delante.

Viendo nuestros antecedentes, Dra. I me quiere ver cada semana hasta, si todo fuese bien, la 9a o así, momento en el que me derivaría a la Maternidad. 

Saber que estás tan controlada es una gran suerte, aún así, el poco tiempo que transcurre entre ecografías se me hace eterno y, en mi caso, da mucho de sí para pensaaar y pensaaar, y nunca nada bueno.

Le pudimos ver latir el corazón a Garbancit@ en tres ocasiones (5s6d, 6s y 6s3d) y en la última incluso lo llegamos a escuchar, aunque por poco rato porque la doctora iba por faena. De la misma forma, ha ido creciendo más o menos visita tras visita. Eso debería darme una cierta calma, ¿no? Pues no, porque una es rara, tiene un cerebro que no duerme y siempre tiende a pensar en negativo.

Lo que está claro, habiéndole visto por cuatro veces las orejas al lobo, es que si bien ya hemos logrado más que en las otras ocasiones, solamente son BATALLAS ganadas, la "guerra" es muuucho más larga y está llena de etapas que, si fuese bien, tendremos que ir ganando.

Como me dijo Bedabita (aquí tenéis su blog) "no estarás tranquila hasta que haga la comunión..." y tiene toda la razón. Debería pegar saltos de alegría, parece que este embarazo se presenta diferente para mejor, pero mi emoción ha sido pasajera; el miedo a lo conocido está ahí, es lo único que he vivido hasta el momento, no he conocido otra cara del embarazo hasta ahora y sé que lo que estamos viviendo tiene cierta volatilidad, que en un chasquido de dedos esto se puede ir a la miérdoles.

Con confianza, me sé insoportable estas últimas semanas. Mi humor se aguanta por los pelos: malo si me encuentro mal, malo si por aquellas cosas me siento con menos malestar, malo si me dicen que no se me ven los pechos muy hinchados, malo si me dicen "parece que estás mejor", ¡¡¡tooodo es mal que mata!!!

Tengo el corazón en un puño, tengo miedo que lo que hemos logrado hasta la fecha se quede en un mero espejismo y algo, lo que sea, nos devuelva a la cruda realidad, aquella que conocemos demasiado bien y que creemos que tiene que ser nuestra tónica habitual.

Me cuesta creer que nuestra suerte haya podido cambiar.

O ese efecto secundario del embarazo que me costó una visita a urgencias el pasado Domingo para que me recuperaran líquidos, sales y aliviaran mi pobre estómago a base de Primperan® y Ranitidina®.

Tengo las referencias de mis últimos 4 embarazos y la verdad es que en ninguno soy capaz de recordar tal cantidad de ascos, nauseas y vómitos pero, ciertamente, con la gonadotropina por las nubes... ¡¡¡no me extraña!!! Ya os anticipé cómo andaban mis hormonas en la entrada anterior.

Para que os hagáis una idea de lo que son niveles por las nubes, en mi caso:

La verdad sea dicha, el suero fue mano de santo, entré con una cara digna de un zombie de The walking dead y salí con algo más de lustre, hasta la chica de administración me lo dijo. No es que me motive mucho eso de que me vayan poniendo vías y demás pero iba tan tocada que ya me daba igual. No me regañaron pero sí quisieron recalcar que ante otra recaída, ¡no apurara y fuese directa!

Tras 4 horas en la Maternidad junto con mis padres, Mr. Costillo el Domingo trabajó, saqué dos cosas buenas:

- Me rehidraté tras 4 días algo más que apuradilla.

- Pude ver, junto con mi padre, lo que parecía ser un tímido latido en un embrioncito de 2mm; los ginecólogos, por prudencia, usaron la palabra "incierto" para refererirse a él, pero la simple posibilidad de que ya hubiese un latido, por un momento, me hizo ver las cosas con un poco más de esperanza.

Y, para quienes se pregunten qué remedio me dieron para sobrellevar taaanto vómito, me han doblado dosis de Cariban® a 2c/8h y me han dado vía libre para, entre medio de dichas tomas, añadir una dosis de Primperan®. 

Debo decir que aún con doblete llevo un par de días echándolo todo a primera hora de la mañana, e incluso al mediodía, pero en general aaalgo he mejorado, las cosas como son.

Sé que voy con poco más de una semana de retraso pero mis últimos días han sido muuuy ajetreados.

El pasado Lunes día 16 cumplimos 5 semanas, lo que para muchos viene siendo poco menos que nada y para nosotros es otro pasito más.

Desde el positivo, ha sido una pesadez, con cita a urgencias inclusive, en parte por los dolores tipo cólico que surgían casi cada noche y que ya no sé si eran uterinos, intestinales, digestivos, normales, anormales, etc (aunque agradezco los comentarios en las anteriores entradas contándome vuestros casos porque me han aliviado un poco).

Por otro lado, si el amigo de Charlie Brown iba con una mantita azul todo el día, yo soy su versión femenina con una barreño; no recuerdo tal horripilancia de nauseas y vómitos en mis anteriores embarazos. Pero bueno...

Y siguiendo instrucciones de Dra. E, el mismo día tocó analítica de control para valorar, entre otras cosas, dosis medicamentosas. Los parámetros solicitados fueron:

- hemograma

- actividad anti-Xa

- ac. Anticardiolipina (IgG e IgM)

- ac. Antibeta2glicoproteínaI (IgG e IgM)

- células NK

- C4 del complemento

- TSH

- T4L

- vitamina 25(OH)D3

- calcio

- homocisteína

- HGCH

- sideremia

- ferritina

- ácido fólico / vit. B12

- urea

- creatinina

Una de las cosas más importantes era que para valorar la actividad anti-Xa debía ser a las 4 horas justas de la administración de la heparina. La parte buena es que siendo festivo en mi comunidad la organización resultó mucho más sencilla.

Y por ahora aguardando estoy a parte de los resultados de la susodicha, lo único que ya sabemos es que tooodos los parámetros inmunológicos vinculados al SAF han salido perfectamente y, sin saber aún el motivo pero pendiente de consultarlo con Dra. I, una beta HGCH a la 5ª semana de casi 30mil UI/L (¡¡¡sí, sí, de suuusto!!!). Evidentemente, una que siempre quiere ir dos pasos más allá, empezó a leer bibliografía al respecto y al no encontrar nada de bueno, imaginaros la neura que lleva encima y que la mantiene en jaque.

Creo que alguien debe tener miedo a que pierda las "buenas" costumbres y con ellas el carné de paciente VIP de mi hospital de referencia.

A pesar de hacer el TE el pasado Domingo día 8, el Lunes era cuando cumplía realmente las 4 semanas y me estrené con una noche de cólicos que me mantuvieron recluída en el wc por hora y media, sin exagerar un ápice. Viendo como terminó la susodicha visita, lo quise atribuir a que la cena me había sentado mal, sin más.

Hasta aquí todo normal; seguí con mis pinchazos, las pastillas de rigor, los óvulos y demás, acompañados de los primeros síntomas declarados de embarazo.

Pero llegó la madrugada del Miércoles al Jueves. El dolor en los riñones y en la zona uterina hizo acto de presencia lo suficientemente intenso como para despertarme de golpe y no dejarme pegar ojo hasta bien entrada la madrugada.

Si al levantarme el dolor hubiera remitido lo más seguro es que me hubiese quedado preocupada recordando experiencias pasadas pero sin llegar a tomar cartas en el asunto, pero no fue así. 

Lo hablé con Mr. Costillo, después con mis padres y decidimos ir a urgencias a ver qué carai pasaba, sobretodo por el agravante que servidora va con dosis terapéuticas de heparina y ante cualquier cosa tocaría correr mucho.

La verdad es que tuvimos que esperar pero no fue de las veces que más... por no decir que, cuando expuse a la enfermera de admisiones qué es lo que pasaba junto con mis antecedentes, por vez primera no me sentí tratada como una preñada hipocondríaca, ¡y tengo testigos de que ya iba preparada con la guadaña para cortar cabezas como me chotearan!

El doctor que me atendió fue también muy agradable y, supongo que en vistas a mi historial previo, no escatimó en comprobaciones, aunque el espéculo y el tacto vaginal se los hubiese perdonado muuuy, pero que muuuy, gustosamente. Eso sí, le asusté un poco al comentarle que mis deposiciones de la primera "mala noche" no es que fueran muy íntegras que digamos, con lo que quiso descartar un ectópico, entre otras dolencias, a toda costa.

Nada de infección urinaria, ni cólicos nefríticos ni alteraciones en la palpación abdominal; ante eso ya solamente pude pensar "a saber qué pintas tendrá mi útero..." 

Cuando llegó el momento de la ecografía transvaginal me advirtió sobre la más que probable opción que no se viera nada, pues estando de 4s3d era aún pronto para observar estructura alguna. Le dije que era plenamente consciente, que realmente lo que me tenía en vilo era un Picasso uterino como pasó en el 4º embarazo, y que no se preocupara, que mi presencia allí era estrictamente por el dolor.

Pero, ¡oh, sorpresa!, pude ver como le cambiaba la expresión para ¿bien? (supongo que sí...). Ya asomaba un saco embrionario bien implantadito él en el fondo del útero y de un tamaño correcto para la edad gestacional. Él, el doctor, se alegró de poder ver claramente que no era un embarazo ectópico y yo lo único que hacía era preguntar "¿así que no se ven hematomas en ningún sitio? ¿ni coágulos?" (como se suele decir, cada loco con su tema...)

Comentó que aún no se observaba embrión ni vesícula vitelina, cosa que en principio era también normal, pero como sé lo que es un anembrionario y, lógicamente, en el informe el doctor anotó "embarazo de evolución incierta", dada la experiencia previa, ¿qué hice? ¡Efectivamente! Ofuscarme.

Aunque procuré que la ofuscación durara poco; nada me exime de que pueda repertirse la historia de siempre, nada, pero me permití buscar información por internet (cosa que hacía tiempo me había autoprohibido) y me aferro a lo dicho en esta imagen sacada de un curso de ginecología.

Y es que el pasado Domingo la testespera llegó a su fin tras una última semana durante la cual procuré ocupar mis pensamientos en otras cosas que no fueran síntomas, sensaciones, etc, y el resultado fue...

Tras 4 embarazos fallidos ya hemos aprendido que las dos rayitas solamente son el primer peldaño de una laaarga escalinata a subir, pero sin ellas no se puede empezar la ascensión, así que ya es un pequeño gran paso.

De hecho, desde el pasado fin de semana, en casa respiramos miedo e ilusión a partes iguales y mi trabajo me cuesta dejar pasar de largo los recuerdos de nuestras experiencias previas, pero lo intento con toooda mi alma.

Si hasta ahora había estado con Clexane 40 y 200mg/d de progesterona, desde el mismo positivo he empezado con Innohep 10.000UI (que ya es una dosis anticoagulante terapéutica) y 600mg/d de progesterona (repartida en tres administraciones). Por ahora, este es el estado de mi barriga...

Quisiera recalcar una cosa: si no fuese porque impone administrarse dosis anticoagulantes de Innohep, ¡mil veces antes éste que el dichoso Clexane! Un pinchazo es un pinchazo, se llame como se llame el producto, pero Innohep no me ha escocido para nada en las administraciones que llevo, vamos, molestias las mínimas. 

Los hematomas, dada la nueva dosis, pueden salir con más facilidad, pero con un poquito de hielo postpinchazo se reducen un pelín.

A nivel médico, ya tengo cita con Dra. I en la seguridad social para el 26 de Mayo, coincidiendo con el ecuador de la 6a semana, y ando pendiente que me llamen de la consulta de Dr. S, el hematólogo privado, para el control de mi sangre, aunque antes, el próximo Lunes y entrando en la 5a semana, tocará hacerme la analítica que me pidió Dra. E cuando acudimos a verla en Junio del año pasado a Madrid.

Así que... ¡¡¡volvemos a la carga!!!