Hoy es mi cumple...

32 años que si tuviese que clasificar por estaciones sería lo dicho en el título del post: 30 primaveras y 2 crudos inviernos, porque los últimos dos años de mi vida han sido una miércoles en ciertos aspectos personales que, inevitablemente, han repercutido a otros niveles (laboral, familiar, social...).

¿Sabéis cual era mi deseo antes de entrar en la treintena? Haberme estrenado como madre o estar a punto de caramelo para ello, ¡lo que un huevo a una castaña! Mi situación, lejos de ello, es peor de lo que me hubiese planteado tras perder el primer embarazo; "muchas veces el primero se pierde", "mujer raspada, mujer embarazada"... a estas paparruchadas me aferraba para creer que lo sucedido era un hecho aislado, pero ha resultado ser una constante en nuestra búsqueda de la pater/maternidad.

Pero esto ahora ni viene al caso ni tiene vuelta atrás, ya forma parte de la historia de mi vida y nadie lo puede borrar ni mandar a la "papelera de reciclaje" de ninguna parte.

Y, ¿qué mejor forma de celebrar el cumple que recién legrada? ¡Está claro que nada! (modo irónico/cínico ON)

El Jueves tenía cita con la ginecóloga de la mutua precisamente para exponerle todo e intentar concretar fecha para un legrado viendo que el tema no avanzaba en ninguna dirección. 

Me hizo la ecografía de rigor: sangre retenida en todos los estados posibles (menos gaseoso), un saco embrionario de pacotilla y el cuello del útero bien cerradito él no fuera caso que pudiera hacer "limpio" por mi misma...

Me preguntó otra vez por mi experiencia anterior con CYTOTEC, le hice memoria y le dejé claro que me negaba a pasar por lo mismo.

Sólo quedaba una opción, la que ya sabía y pedía desde hacía días: cirugía.

Y digo pedía no por masoquista o poco sufrida sino porque:

- el proceso iba para largo tras comprobar cero cambios en 15 días que llevaran a pensar una resolución por mi misma.

- incluso con un saco mediocre la HGCH seguía subiendo.

- mis síntomas iban a más, por efecto de las hormonas, y era un malestar absolutamente injustificado de sufrir.

- Mentalmente estaba/estoy agotada, saturada, KO. Actuando desde hace semanas como si no fuera conmigo, no me permitiéndome dar rienda suelta a unos síntomas relativamente intesos porque yo NO ESTABA EMBARAZADA, estaba ABORTADA.

Me dio a elegir entre la clínica que me tocaba por mutua o volver a la Maternidad; ante esto no tuve duda alguna, la Maternidad merece toda mi confianza aún con algunas cosas que han pasado, así que la ginecóloga hizo una llamada a una de sus compañeras que trabaja allí para saber el procedimiento a seguir: a las 8h debíamos presentarnos en urgencias con un papel que me facilitó y exponer nuestra situación, a partir de ahí me harían analítica prequirúrgica y posteriormente el legrado.

Así fue mi día previo a los 32, 10 horas en la Maternidad, 6 de ellas de espera antes de pasar a quirófano, pero siempre atendidos con muuucho cariño y amabilidad por todos los profesionales con los que nos cruzamos, desde el celador hasta la anestesista, pasando por enfermeras, estudiantes MIR, de medicina, comadronas, etc. Ayer lo necesitaba más que nunca, y se lo debo agradecer porque lo que debiera ser una constante no siempre lo es.

¿Lo más duro? Estar haciendo tiempo en una preciosa sala de dilatación con mi marido y, mientras esperaba dilatar un poco con los óvulos administrados, escuchar como en el paritorio de al lado llegaban hasta 9 bebés a este mundo, 9 llantos distintos, 9 vidas que eran la culminación de 40-42 semanas para 9 parejas.

Me sentí hundir, caer en la miseria, era la oveja negra de esa zona, yo no iba a dar vida, yo llevaba muerte, restos sin rastro de vida, NADA.

¿Fue una broma macabra del destino? Empiezo a creer que sí; debe haber alguna fuerza superior que o me quiere muuucho mal o me está poniendo a prueba de mala manera, pero si quería macharme moralmente... ¡lo logró!

Ahora ya pasó, y por suerte para mi mente la sedación se fue eliminando tan poco a poco que he estado KO hasta las 8 de esta mañana. Pero llegó el día después, y esta vez coincide con mi cumpleaños, ¿qué deseo puedo pedir si el único que pido no hay Dios que me lo conceda?

No me siento vacía como otras veces, pero el sentimiento de derrota que me acompaña es mucho peor aún, y estoy luchando para que no me gane, NO QUIERO TIRAR LA TOALLA, pero ¿hasta cuando? ¿en qué momento no tendré más remedio que decir basta? Temo que llegue el día de finalizar esto sin haber logrado nuestro sueño.

Y ahora, ¿qué? Y no hablo de la recuperación, ni de pruebas que quieran repetir, ni de visitas que podamos programar o tener, ¿qué debo esperar?

El único consuelo es que por fin mi estado físico y mental se van a poder dar la mano de nuevo; no estoy embarazada y no tendré que actuar, para parecerlo, contra unas hormonas locas que decían lo contrario.

Y así empieza mi 2° crudo invierno...

Llamarme observadora pero con una HGCH de cerca 55mil me da que esto tiene de aborto espontáneo -por las pérdidas hemáticas que tuve- lo mismo que yo de negra congoleña.

La sintomatología ahí sigue, náuseas, cansancio, molestias abdominales, abdomen abultado, etc, aunque intento actuar como una NO EMBARAZADA, porque según hormonas lo estoy pero mentalmente y ecográficamente sé perfectamente que no hay nada creciendo en mi más allá de una "infraestructura endometrial" y,quizá, un saco gestacional plomizo que no quiere desengancharse.

El próximo Jueves 26 tengo cita con la ginecóloga de la mutua, habrán pasado 15 días, casi, de la cita en la Maternidad en la que me hicieron la biopsia corial y le podré llevar, a parte de los informes que no son pocos, la analíticade sangre uuultra completa que me pidió ayer mi padre (es médico), y de la que ya tengo los resultados, de ahí que sepa mi nivel hormonal actual, mencionado nada más empezar este post.

¡¡¡Quiero que alguien se haga cargo de mi!!!, porque si bien fui yo quien, tras preguntar a los doctores, tomó la determinación de hacer un tratamiento expectante con el aborto, tampoco veo normal que no me quieran ver el pelo hasta la entrega del resultado de la biopsia al cabo de un mes y en un box donde sé que no hay ecógrafo ni nada para poder mirar mis entrañas. 

Porque, más allá de querer acabar de una vez por todas con esto, lo que vi en la analítica, y alcanzo a entender, me preocupó un poco, no os voy a mentir:

- Hematíes 3.700.000 /mmc (el límite inferior son 3.800.000)

- Hematocrito 33 % (límite inferior 35)

- Hemoglobina 11 g/dL (límite inferior 11,5 g/dL)

Dicho de otra forma: me falta algo sangre en el cuerpo aunque la que tenga esté perfecta de hierro y demás historias. Y por experiencia en carne propia sé que tras un legrado pierdes más (¡ya no hablemos si te administran Cytotec!) y lo que se llega a tardar en ser persona si te baja hasta 21% el hematocrito como en el 3r aborto.

De acuerdo que no son valores extremadamente por debajo de los límites, pero precisamente son los que van a bajar, tal y como he mencionado, tras un legrado, así que contra más altos los tenga de base antes del paso por quirófano mejor que mejor, porque luego hay que recuperarse, no es por nada, y estas cosas toman su tiempo, y más si lo que se nos viene encima es una FIV-ICSI.

Intentando sacar una lectura positiva de esto pienso que las pérdidas, esta vez, pudieron ser fruto del chute anticoagulante que llevaba y el intento inicial de mi cuerpo, al ver la inviabilidad del embrión, por expulsarlo; de la misma forma que, el hecho de mantener aún el "embarazo", habiendo desaparecido las pérdidas y crecer el saco aunque vacío, me da que pensar que probablemente las teorías del rechazo inmunológico y similares podemos descartarlas tranquilamente. Necesito hacer esta lectura, ver las cosas desde este punto de vista más "científico", a modo de cobaya humana, para no volverme majareta pues, lo creáis o no, se hace muuuy duro pasar por tooodo lo que conlleva la gestación del tiempo correspondiente con la certeza que no vas a ninguna parte. Psicológicamente hablando, he pasado por momentos duros, desde bullying a problemas familiares, pérdidas de estos, etc, pero lo que realmente está poniendo a prueba mi resistencia mental desde el 31 de Diciembre de 2012 es la infertilidad, con sus abortos, los procesos para las pruebas, las esperas,...

De esto, o salgo con una fortaleza mental de titanio ó chalá perdida y a nada de la camisa de fuerza; la otra opción es acabar con complejo de Kenny (el de South Park, dibujos horrendos ande los haya), que por más que intente poner fin a mi triste existencia a base de desangrarme y demás siempre vuelvo a dar guerra (y toco madera que así pueda ser por muuuchos años).

(O_O) así me quedé ayer tarde, ojiplática perdida, pasmada, estupefacta e incrédula de la de barbaridades sobre la infertilidad que la gente llega a soltarte en 4 horas de trabajo.
Hasta cierto punto la ignorancia social no debería sorprenderme, no es algo nuevo para mi ni para ninguna infértil que se precie, pero ayer fue el non plus ultra, como volver al cole y jugar al juego de los "disparates" a ver quien la suelta más gorda.
Y os puedo asegurar que por máaas que intentara contener mi mala sombra para corregirles en sus convicciones de la manera más educativa posible, ¡no hubo tu tía! No hay más sordo que el que no quiere oir...

En un intento por recuperar la normalidad en mi vida, por lo menos en el ámbito laboral, ayer volví a pasar visita en una de las dos consultas "mías"; hasta aquí todo correcto.
La cuestión es que ayer algunos eran reprogramados pendientes de las semanas anteriores a quienes se había dicho que "estaba indispuesta" o "estaba con la gripe". Evidentemente, una gripe o indisposición de 2 semanas y media da que pensar, y siendo mi público mayoritariamente femenino imaginad como les iba el coco elaborando teorías del por qué de mi ausencia.
Tampoco es que fuera mentira, porque con la gripe estube, aunque ésta fue una invitada secundaria a un problema de base mayor.

Sin entrar en mayor detalle de como se llegó al tema de la infertilidad, los abortos y demás, que el post se alargaría demasiado, pasaré a recopilar la sucesión de sandeces que llegaron a mi.

 

"Bueno, esto de la In Vitro tampoco es tan complicado ni grave, yo tengo muuuchas amigas que se lo han hecho"
¡Pero tú NO! Y probablemente no te has parado a preguntarles a penas nada sobre qué tal fue TODO el proceso, porque la FIV es algo más que el embarazo final cuando se alcanza, que no siempre. Y habla una que lo tiene en su horizonte más cercano pero aún no ha pasado por ello, así que quizá soy la menos indicada para hablar de ello.
¿A caso no ha escuchado hablar del SHO? ¿O que para la punción folicular se debe pasar por quirófano no dejando de ser una intervención quirúrgica, por pequeeeña que les parezca?
Muy señora mía, si usted para arreglarse un dedo del pie mediante cirugía, con anestesia local, parecía que fuese ha ser intervenida a corazón abierto, ¿a caso cree que tiene menos riesgo atravesar la matriz para alcanzar un ovario, previa sedación profunda?
Todo paso por quirófano implica un riesgo, menor o mayor pero siempre existe ese % de "gafes", donde suelo estar afincada por defecto, que no se debe menostener.
Y mirar que ya no he entrado en el tema de ciclos fallidos, betaesperas agónicas y negativos tras muuuchos sacrificios... ¡si es que la lista es muuuy larga como para que la gente pretenda simplificar todo esto!

 

"Aaah, bueeeno, de tan pocas semanas no es nada"
¡Ole tú, ooole tú! Claaaro que sí, con un par... No sabes tan siquiera lo que implica en carnes propias una pérdida gestacional (temprana o tardía), menos aún cuando es una constante en tu vida, PERO sabes que "no es nada". Eso no se debe decir cuando la especialista que te atendie es abortadora de repetición y va armada con un bisturí, ¡la hubiese asesinado!
He repetido hasta la saciedad que soy la primera que no pretende equiparar una pérdida gestacional en la semana 5-6 a la 16, 24 o 37, por decir algo, pero aquellas que hayáis pasado por un aborto, sea en la semana que sea, sabéis que hay dolores más allá de los físicos que no entienden de semanas cumplidas, por no hablar que un aborto se puede complicar de mil y una maneras y llevarte a extremos críticos para tu salud (y sino que me lo cuenten a mi...).
A esta persona, ni corta ni perezosa, le conté lo vivido en Noviembre de 2013, a ver si entiende de una vez por todas que no se puede hablar sin saber de lo que se habla.

 

"¿In vitro? Uuuy, ¿de dónde crees que salen tantos gemelos? Porque les enchufan varios y ale, pasa lo que pasa..."
¡Claaaro que sí! ¿Para qué transferir embriones cuando te los pueden "enchufar"? Eso sí, mejor por puerto USB de alta velocidad que, como por lo visto, los "ponen" a docenas...¡que sea rapidito!
Entiendo que si no te afecta no se tenga interés por conocer el tema, saber el máximo de embriones a transferir que permite la ley, los criterios para transferir 1, 2 o 3, etc, pero ¡maaadre mía! Parece que hablemos de una camada de perros.
Y sí, se ven bastantes parejas con gemelos o mellizos, ¿y? Para empezar, si realmente eso es un problema lo será para los sufridos padres que deban cuidarlos, educarlos y mantenerlos, poco incumbe a los extraños, y por otro lado, ¿a caso sabes su historia? Llega un punto que es hablar por no callar, porque tanto puede darse de forma natural como asistida.

Podría seguir pero las otras perlitas ya han salido en otros post más antiguos, porque si algo tiene la incultura infértil de la gente es que es cansina a más no poder, así que es picar sobre la misma piedra.

 

Después de estos nuevos tópicos ¿a qué conclusiones llego?
La infertilidad resulta morbosa para la sociedad.

¡La gente NO escucha! Y ya puedes intentar cambiar los tópicos que no hay manera.

No cuentes tus vivencias, o miserias, a otra persona si no quieres que tenga de menos tu caso o encuentre otro para "contrarrestar" el tuyo.

Y colorín, colorado, esta historia no ha acabado... pero prefiero no darme mala sangre con la ignorancia popular, que el punto de ebullición de mi sangre últimamente es más bien bajo.

 

 

Ayer Domingo, y sin requerir planificación de semanas como nos suele pasar, nos encontramos para comer con mis dos amigas del colegio; estos últimos fines de semanas o no hemos salido de casa o no hemos podido hacer planes, ¡y todo por lo mismo! (o la gripe secundaria a ello) Así que, verdaderamente, había ganas de recuperar un poco el contacto con las amistades, aún habiendo un bebé de casi 4 meses y una buscadora de embarazo de por medio.

Y puede que os preguntéis, "¿y el título del post?" Pues precisamente por la situación que se vivió ayer en la comida en casa de los estrenados papás.

ILUSIÓN

Por parte de mi amiga "buscadora" (en adelante AB); una ilusión que conocí en su momento, por lo menos las dos primeras veces que buscamos un embarazo, antes de quedar corrompida por los abortos recurrentes.

Ilusión que va ligada a un cierto optimismo y alegría, más cuando recién se estrena una en la labor, y una felicidad que se emana por todos y cada uno de los poros de la piel. ¡Tienes una misión! Un objetivo, un reto, una motivación por la cual aguardar que pasen los días, las semanas...

Puedes fantasear, de momento, con la idea de quedar embarazada, de cómo reaccionarás, lo dirás y lo vivirás; aunque también da pie a que surjan miedos, miedos ante lo desconocido, ante las dimensiones de la decisión tomada, su trascendencia en vuestras vidas.

AB, quizá también por su recién estrenado estado civil de mujer casada, estaba pletórica, feliz, inusualmente alegre y optimista (y sé, por ella misma, que no se encuentra todavía en estado de buena esperanza...); la veía y me veía a mi a eso de Octubre-Noviembre de 2012, cuando aún no sabía la de palos que nos aguardaban en este camino que decidimos tomar con toooda la ilusión del mundo y la inocencia de quien no ha visto el lado oscuro de la búsqueda de la maternidad.

FELICIDAD

Mi amiga "mamá" (ahora AM) a pesar de verse cansada, que lo cortés no quita lo valiente, está es feliz, ¡más feliz de lo que nunca la había visto en los 24 años que hace que la conozco! Sé por ella que su búsqueda vino motivada por la edad de su pareja, algo mayor que ella, y visto lo nuestro; y es que ya dice el refranero (ese que tanto me gusta a mi): cuando veas las barbas de tu vecino cortar, pon las tuyas a remojar.

Que a nosotros nos pasen ciertas cosas NO implica que les tengan que pasar a todos los que nos rodean y quieran ser padres, pero a raíz de nuestra situación han podido conocer, más o menos, una realidad que en su vida habían encontrado y que, a pesar de no desconocer, no tenían taaan presente o cercana.

Sé, también, que AM y su marido respiraron máaas que aliviados cuando supieron que ellos iban por buen camino y no seguían nuestra "escuela", ¡y es normaaal! Yo no quiero lo nuestro para nadie... (bueno, quizá para aquellas personas que sean malas de verdad).

Cada gesto que tenía con su hijo, cada arrumaco, palabra, mirada...¡amor puro! Creo que ni ella era capaz de imaginar la felicidad taaan grande que tendría con la llegada al mundo de su pequeño, con su nuevo papel de madre.

PENA

Y aquí estoy  yo, ¡cómo no! Porque ayer, sentado en la mesa entre la tronita del bebé y yo, había una invitada que solamente yo veía, una invitada non grata y que se está haciendo fija en todos los saraos donde haya implicada alguna faceta de la maternidad. ¿Quién es ella? Dña. Pena.

Por suerte ¡ayer no me hizo llorar! Que van siendo demasiado frecuentes mis incursiones repentinas al servicio para desahogarme de la pena repentina que me entra al ver aquello que taaanto ansiamos y se nos niega por activa y por pasiva. Mi tez no tiene el lustre que da la ilusión o la felicidad, mi tez está apagada, ensombrecida por el dolor que llevamos acumulado, por tantos malos momentos que parecen no tener fecha de caducidad. Mi alma está consumida, no soy capaz de pensar en el futuro, de verlo de la misma forma que AB y AM, porque cada vez que he depositado mi fe, mis esperanzas, en que vendrían tiempos mejores me la he pegado, no ha habido futuro para nosotros sino otro deja vú del pasado que parece no querer hacer las maletas.

No soy más que un caparazón por exigencias de la Sociedad que por dentro contiene un despojo humano, a una mujer que está en sus momentos más bajos, que tiene la moral pal'arrastre y que está extremadamente quemada de todo y sin capacidad para encontrar alegría en otros aspectos de la vida.

Siento pena y ella me acompaña incluso cuando creo que la he esquivado, pero es que más pena me doy a mi misma cuando me leo, me analizo y veo que soy un dementor como los de Harry Potter, porque creo que no hay "cosa" que me pueda definir mejor que eso.

 

 

Quiero recuperar la ilusión, quiero experimentar de nuevo la felicidad, ¡¡¡necessito poner color a mi vida!!! No quiero vivir en la tristeza, hundida en la miseria, amargada por la pena de aquello que no llega. Aunque sé que tendré que vivir, mientras sigamos por este camino, con el miedo a todo, por todo, de todo, y, por desgracia, el miedo se mueve dentro de este "círculo de amistades" que quiero dejar de frecuentar.

Nuuunca, nuuunca, nuuunca de los jamases me hubiera imaginado que nos tocaría lidiar con esto, con la infertilidad, con un problema que sabía en otros pero no en mi, con dilemas que te caen de golpe y porrazo y pueden hacer tambalear hasta los matrimonios con mejores "cimientos".

Por mi carácter sé que no me voy a rendir, no voy a tirar la toalla así como así, voy a darlo todo, pero el problema es que la "barra de salud" va bajando como si de un videojuego se tratara; no me perdonaría no haberlo intentado todo, pero cuando aflora la parte racional me dice:

 

"¿Hasta dónde quieres llegar? En este viaje hay que pagar un cierto peaje y a veces la mejor victoria es una huida a tiempo."

Mañana hubiese cumplido 8 semanas de embarazo, ¡2 meses! ¡Y cómo cambia la situación en 8 semanas!, 59 días desde que viniera la última regla dando el pistoletazo de salida de un nuevo intento cargado de muuuchas esperanzas y más miedos aún si cabe.

¡Qué asco! ¡Qué hastío! ¡Qué mi****!

 

Ya hace 2 semanas, sí, sí, ¡14 días!, que andamos sentenciados por estos mundos, peeero los protocolos médicos ahí están, para cumplirlos (y amargar la existencia cuando ya se tiene una certeza absoluta de fracaso) y para pillar gripazos del copón secundarios a los disgustos (lo que diga, que si no me matan las pastillas abortivas lo harán los disgustos).

Entiendo que existen los "a propósito de un caso" que de pintar más negro que el carbón pasaron a terminar con un "...y vivieron felices" pero no nos fuéramos a hacer ilusiones que mi perfil encaja más en la parte de "Efectos secundarios muy poco frecuentes" de los prospectos médicos. Vamos, que hay quien vomitaría arco iris de colores cual oso amoroso y yo soy de los que sacan sapos, culebras y cosas asquerosas.

Voy tan contracorriente que mientras otras personas estarían deseando que sus pérdidas de sangre no fueran a más, aguardando toooda esperanza a la espera de un milagro, YO estoy deseosa que vayan a más -parece que han recobrado fuerza- y pueda salvarme del 4° paso por quirófano, porque os digo de antemano que el CYTOTEC se lo van a administrar a otra, pero no a mi...

 

La verdad es que, a pesar de tener ganas que acabe todo esto, no quiero ir taaan extremadamente a saco como las veces anteriores. Mi cuerpo es más listo que yo, y la naturaleza ya ni os cuento, así que si la HGCH empieza a bajar se supone que la situación de embarazo pasará a ser la de menstruación abundante; tampoco podemos hacer nada de manera inmediata, ya no aspiro a embarazarme (supongo que por FIV-ICSI) hasta entrado el verano, pues habrá que hacer ciertas visitas médicas, empezar protocolos, rehacer pruebas y esperar resultados y, como dice el refranero, las cosas de palacio van despacio.

Os cuento esto porque hoy ha sido EL DÍA DE LA BIOPSIA, ¡al fiiin! De hecho estaba programada para control ecográfico por "riesgo de embarazo no evolutivo" con tooodos los números para acabar biopsiada.

Tras una pequeña espera, perfectamente soportable, nos han llamado a la sala y un grupo de 3 doctoras (una responsable y dos estudiantes MIR) nos han atendido; el clásico "desnúdate de cintura para abajo" que ya hago cual autómata antes que me ordenen y ¡ape!, sentadita en el sillón de exploración; dr. G (el genetista a quien tanta ojeriza tenia, para ubicaros) estaba allí, controlando a su equipo.

Para que os hagáis una idea de mi panorama uterino, una de las doctoras MIR ha tomado por embrión de 17mm un peaso coágulo de sangre dentro del saco gestacional (siempre según les he escuchado hablar). Volvía a haber hematomas por doquier, ¡de ahí las nuevas pérdidas!, que liaban más al personal que otra cosa.

Nada, ni embrión ni vesícula vitelina, ¡he estado gestando algo parecido a un agujero negro! Eso sí, el saco gestacional ha pasado de 15mm a 27mm... (¬_¬)

Confirmado todo, todito, todo, ¡ha llegado el momento! Y me ha entrado un tembleque estúpido, porque frío precisamente no tenía; mi marido sudando como un pollo y yo como si recién saliera de una nevera. Supongo que a cada cual le salen los nervios y la tensión de una forma, así que yo no estaré moviendo frenéticamente la pierna pero luego parezco "Epi temblores".

¿La biopsia corial, para casos de abortos, duele? NO, y mil veces NO, pero agradable tampoco es; molesta más el espéculo, sobretodo si te lo pone un sádico como me pasó la primera vez, que no la toma de muestras de vellosidades, que a lo sumo me han provocado molestias muuuy sutiles de regla, sin más. Mirar si he quedado contenta con todo que no he podido más que felicitar a la doctora MIR por su trabajo, y al dr. G por las indicaciones dadas para la toma.

 

La vez anterior, tras el procedimiento en sí de la biopsia, salí con 3 pastillas de CYTOTEC en el cuerpo, hoy no. He preguntado a las doctoras si veían factible que en un margen de tiempo razonable pudiera eliminar por mi misma todo (vamos, visto el Picaso uterino) y me han dicho que mi panorama pintaba "bien" para ello. Luego hemos vuelto a hablar del tema con Dr. G, quien nos quiere ver el 10 de Marzo para conocer los resultados de la prueba de hoy, y habiéndolo puesto en antecedentes no ha visto descabellada nuestra propuesta; a pasar por un 4º legrado estoy siempre ha tiempo.

 

Y como tras la tormenta llega la calma y he salido más entera de lo que me creía, ¡me he ganado un premio! Llamémoslo capricho o antojo pero HOY lo necesitaba y un día es un día.

 

Así, sin más, porque las cosas hay que decirlas por su nombre y me da igual ya que la gente me pueda entender o no, con que respeten que me repatee tres pueblos la noticia ya me basta.

De momento no ha habido anuncio alguno ni por parte de mis amigas ni por parte de los de Mr. Costillo; de hecho por mi parte solamente contemplo 1 persona que pudiera dar la buena nueva, así que el riesgo es menor, ¡pero existe!
Y no es por no "alegrarme" que a los demás les vaya bien lo que a nosotros se nos niega -aunque quizá alegrarse no sea el mejor verbo- pero para que me entendáis os lo ejemplificaré:

 

Imaginaros que se organiza una competición, una carrera, la carrera por  "La Maternidad". Hasta aquí todo perfecto.
Por edad, por situación o por lo que sea estamos todas en la línea de salida, ¡y dan el pistoletazo!
Unas salen disparadas cual alma que lleva el demonio, otras simplemente salen y algunas se quedan petrificadas en la línea de salida. Yo, nosotros, simplemente salimos, sin prisa porque nadie nos dijo cual larga podía ser la carrera y hay que ir dosificando las energías.
En esta competición realmente se compite contra uno mismo, NO contra las demás; lo que cuenta es "intentar" llegar a la meta, pero las que van en cabeza llevan un pique considerable (primero el "duelo de bombos" y al pasar por meta se retan a "yo soy mejor madre que tú", sin comentarios...).
Yo me creía en la parte media avanzada del pelotón, pero he "tropezado" en varias ocasiones y gente que iba rezagada, o que ni había salido, me ha avanzado por sorpresa llegando airosas a la meta.
Si hacen un control "antidopaje" les daría tanta lástima que ni me descalifican, porque ni con tooodos los químicos del mundo parece que avancemos...
Me giro por enésima vez para ver las que quedan tras de mi, cada vez hay menos y algunas de las "petrificadas" han salido al sprint; mirar hacia delante duele, duele en el alma, duele en el corazón, porque podría ser yo y en cambio aquí estoy: lesionada, con ya 4 caídas a mis espaldas y con una triste sensación, la de estar corriendo sobre una cinta, de estar en esas pesadillas que intentas echar a correr por todos los medios y no puedes a penas moverte, como si llevaras cemento en los pies.
Sé que me van a avanzar unas cuantas más durante 2015, incluso me atrevo a decir que las "vacilonas" de la meta puedan retomar la carrera, ¡y avanzarme de nuevo!
A ratos estoy por resignarme y dejar de correr cual "Capitán Patapalo", a ratos pienso que cueste lo que cueste yo acabo la carrera, NUESTRA carrera, pero lo que sé es que el éxito ajeno mengua mis fuerzas y me hace sentir más inútil si cabe.

 

Cada feliz anuncio, cada pareja que logra aparentemente sin dificultad lo que a nosotros nos está costando sangre, sudor y lágrimas, me recuerda mi posición en esta carrera de la vida, y sé que es voluntaria, que es perfectamente lícitio decidir no correrla y lograr el resultado que se da en la meta por otras vías si es que taaanto se quiere, pero ahora ya es por cabezonería, porque mi amor propio ha quedado más herido que nunca.
Y sé que con cada nuevo anuncio tendré que ponerme la máscara de "¡qué gran noticia!", forzar una alegría que ya no sale, que no es real pero que los felices papás no comprenderán nunca que no la pueda sentir como ellos esperan. Cada vez me, nos, cuesta más disimular el disgusto, ¡pero no por ellos! No, no, no, el disgusto porque nos recuerdan en qué punto nos hallamos, pero para esa pareja todo su mundo ahora es la nueva vida que está por llegar y no hay cabida para males ajenos, pero de la misma forma me gustaría decirles que, sin ser culpa suya, su felicidad es un dedo que se mete hasta dentro de una llaga que no solamente dura mucho sino que cada vez sentimos más grande.

Y para ello no hace falta que tu avión se estrelle en ninguna isla desértica, pasen cosas raras y salgan monstruos "vaporosos"; sí, estoy citando la serie con idéntico nombre que mi entrada.

Quizá porque llevábamos días como locos con médicos para arriba y para abajo, porque sentimos que estamos estancados en un punto muerto o porque pocos frentes quedan por mirar que ahora, 4 semanas después de saber que estaba embarazada por 4a vez, nos sentimos sin rumbo, peor que al principio porque el camino que entoces debíamos recorrer ya lo tenemos hecho. 

Cada cual, mi marido y yo, lo llevamos a nuestra manera: él agobiado, yo con ganas de encontrarme bien para luego seguir batallando.

¡Y que conste que no he parado estos días! Quizá más adelante os lo pueda contar, de momento no me es posible, pero decir que a veces las medidas desesperadas pueden ser más productivas de lo que una pueda creer, por lo menos no caen en saco roto, que ya es mucho, y psicológicamente actuan de "salvavidas".

Aún así, habiendo echado nuevas redes para ver algo de luz en nuestro camino, me siento mal otra vez, solamente aliviándome el hecho de pensar "suerte que no volvimos a buscar el embarazo en Navidades" o "teníamos claro que íbamos a hacer un último intento natural y si no íbamos a FIV". Sí, casi se puede decir que buscamos el embarazo con el plan B sobre la mesa, pero también con esa ingénua esperanza de no tener que llegar a recurrir nuuunca a él, ¡qué equivocados!

Me gustaría gritarle al mundo "¡¡¡Párate de una vez!!!" y poder, con calma, asimilar las cosas, tomar consciencia de nuestra situación, intentar saber hasta qué punto quiero o no las cosas para seguir batallando. Pero el mundo no se detiene ni por nada ni por nadie, y ayer te dicen que tu embarazo no lleva a ninguna parte y hoy tienes que ir a trabajar con la mejor de tus sonrisas, escuchar las historias ajenas aparentando que te interesan (¡y un cueeerno!), preocuparte por los aspectos laborales cuando en estos momentos tu trabajo, y con perdón, te la trae floja, etc. A mi marido siempre le he dicho que si mi vida fuera televisada me darían un Óscar a la mejor intérprete.

Por si nuestra doble pérdida personal (la gestacional y la psicológica en lo personal) no fuera suficiente ahora empiezan los mantras, las opiniones repetitivas a modo de órden de los que creen desde fuera saber mejor que tú mismo lo que necesitas y solamente te lian más:

- "Ahora tomaros un tiempo" → a ver... el que manden los doctores, y poco más, pero olvidarsus que dejemos otro año entre medio como la última vez porque me niego a alargar la situación mucho más tiempo. Y esto es compartido con mi marido.

- "Aún sois jóvenes, no os preocupéis que ya saldrá bien" → ¡la Virgen! El cuento de nuestra "juventud" no es eterno muy señores míos, además ¿y si no quiero ser una madre más mayor qué? Por no hablar de los intentos necesarios, y consiguiente desgaste y pérdida de tiempo, hasta que llegase el bueno.

- "...y si no es de Dios pues vivís la vida y os lo pasáis bien los dos como pareja" → Vamos a ver...a) Dios a estas alturas que se esconda porque el día que yo "suba" él baja a guantazo limpio, b) evidentemente que es una opción pero ahora no me sirve para nada como ánimo por muuucho que quiera a mi marido.

Cuanto derroche de "positivismo" en esta entrada, ¿verdad? Lo siento, soy tóxica, lo más parecido a un dementor  de los que salen en HARRY POTTER, pero no puedo evitar pensar que mi vida, en varios aspectos, es una sucesión de malas decisiones.

Ya no sé si es cosa buena o mala, teniendo en cuenta nuestro contexto, pero todo apunta a que nos ha vuelto a "tocar" un embarazo anembrionario o "huevo huero"; y digo apunta porque seguro será el diagnóstico definitivo pero a los médicos les gusta esto de darse márgenes de seguridad antes de asegurar al 100% las cosas. 

Ayer tenía la visita y estaba plenamente convencida que saldría biopsiada...¡pues fue que no! ¿Qué sentido tenía entonces el ir a La Maternidad? No mucho visto lo visto, ¿será que quieren acabar conmigo a copia de marearme hasta el infinito y más allá? (O_O)

Mi memoria no me fallaba cuando recordaba que este tipo de pruebas las hacen solamente en Miércoles y Viernes, pero supuestamente me veía el genetista que es quien se encarga de todo, así que cabía la opción que de estrangis me lo hicieran, y más habiendo vivido el conato de biopsia de la semana pasada por parte de la ginecóloga del dispensario (sí, la que con su anestesia en el cuello de la vagina me provocó una hemorragia...)

Ganas, ganas... lo que se llama ganas de ver a este doctor no tenía muchas que digamos, porque la vez anterior nos hizo una visita de pacotilla, de pena, lastimosa,... ¡mejor no siga! ¿Había para tanto? ¿Tan malo fue? Aquí os dejo la entrada que le dediqué en su momento, hizo un año el pasado 9 de Enero... 

¿!¿!¿!Ahora me creéis cuando os digo que mi vida es como el dichoso día de la marmota?!?!?!

Esta vez no me acompañaba mi marido, venía mi madre que pal'caso es peor que yo si cabe cuando se trata de armar cipitiestos, ya no somos novatos, si es que con 3 abortos entonces uno podía serlo aún, y tenía argumentos  preparados para desmontarle paparruchadas tales como "ha sido mala suerte".

Mi gripe, mi madre y yo esperamos unos 20 minutos antes de entrar a la consulta de Dr. G (por llamarle de alguna forma). Cuando nos llamó entrar esperaba encontrarle sentado en su despacho y ni inmutarse por nuestra presencia, ¡pues no! (¬_¬)' Si hasta nos estrechó la mano, algo estrictamente protocolario pero que no fue capaz de hacer ni para despedirse la vez anterior.

Por lo visto se había estado repasando mi historial y tenía bastante claro lo que tocaba hacer en esta visita, lo que no tengo yo tan claro es si quien nos la había programado sabía que el Dr. G en su consulta NO dispone de ecógrafo... Así que tuve ecografía por chiripa, porque tras un par o tres llamadas del médico le dijeron que en un box estaban libres y nos fuimos con un cohete en el trasero para que nadie se nos adelantara.

No dispongo de ninguna de las múltiples ecografías que me han hecho en este 4º embarazo/aborto, pero lo que se pudo ver en ésta última fue algo similar a esto, pero tenéis que añadirle tooodo de restos de hematoma:

Si me cogiera de nuevo, de no haber tenido pérdidas y demás, me hubiese llevado un chasco del copón, hubiera quedado descolocada, vacía ¡pero era una muerte anunciada!

Mis síntomas crecientes de "embarazada" están justificados, tal y como he defendido hasta día de hoy, por tener aún adherido el saco gestacional y que éste, encima, haya seguido creciendo; de los 8-9mm del pasado Jueves hasta los 15mm de ayer. Sigo manchando color café, pero por lo visto el reposo y el cese de los anticoagulantes surgieron efecto en su no evolución (tomo nota por si hay una próxima vez).

A estas alturas, cumpliendo mañana 7 semanas de gestación según fecha de ovulación, ya se debería ver embrión con latido, pero como soy una paciente desconcertante y "me crecen las cosas" aún sin contenido, pues quieren asegurar el tiro por última vez, y sé que ésta ya será la última porque la cita que han reprogramado para el próximo Viernes 13 (menuda fecha también yo...) ya está hecha con idea de biopsiar.

Antes de despedirnos de Dr. G, quien gestionó la petición para la próxima visita, y viendo que tenía el día "bueno", aproveché para preguntarle/confirmar la causa de un embarazo anembrionario porque con este ya llevamos dos (si pincháis aquí tendréis más información sobre este tipo de embarazos): fallo genético prematuro.

Pues nada, que a estas alturas, más allá de cerrar esta etapa, ya no nos queda otra cosa que plantearnos lo último que nos queda si este es nuestro problema: REPRODUCCIÓN ASISTIDA (y cruzar los dedos).

Hace una semana estaba yendo de urgencias, tal y como os conté, porque después de 36h con dolores como de regla que no cesaban empecé a manchar sangre roja. El Domingo mi útero era una baza de aceite, ecográficamente hablando, y el Martes al mediodía era algo así como el Guernika (lo llamé Picaso uterino) con tal hematoma que os juro por lo más sagrado parecía que hubiera 4 o 5 sacos gestacionales.

Disgusto al canto e hinchado de narices por mi parte que llevó a plantarme con la administración de los anticoagulantes, Adiro 100 y Clexane 40.

Si con eso y más se estaba fastidiando el invento, ¿qué sentido tenía mantener su administración? Mi sentido común dice que ante una hemorragia, que es lo que es un hematoma, lo lógico es o bien controlar la coagulación de la paciente si quieres seguir con su administración o cortar por lo sano, ¿no?

El Jueves, y no es por contaros por enésima vez mi historia, en 30 minutos pasamos de tener una ecografía con todo "totalmente desestructurado y listo para ser expulsado" a hallar el saco gestacional todavía aparentemente pegado. Qué alguien me cuente, por favor, cómo demonios me miró la primera ginecóloga, quien llego a hacer un conato de biopsia.

Así que os podéis imaginar que mi grado de desconcierto es total y absoluto. Soy consciente que estamos más que sentenciados, esto es un deja vú, aunque ellos usen el eufemismo de "mal pronóstico" a modo de "espérate, a ver si eres la excepción que confirme que nos equivocamos en el diagnóstico que ya sabemos pero aún no queremos darte".

Y si con los médicos y sus disparidades diagnósticas no fuese suficiente ahora hay que sumarle como está respondiendo mi cuerpo. Estuve encerrada en casa de reposo desde el Jueves pasado por la tarde hasta este Lunes; sofá, cama, silla y wc eran mis paradas. ¿Por qué narices tuve que hacer reposo estando el embarazo perdido? Porque me obligaron los míos, y lo sugirieron los médicos por si aca, ya no tanto por el embarazo sino por mi, según ellos, para que me recuperara. ¡Ni que se arreglara todo en 3 días y medio!

Las visitas hacían la "clausura" más entretenida pero a la que nos quedábamos solos me empezaba a comer la cabeza de mala manera, y eso ¡no mola!

¿Qué he sacado de este reposo forzoso? Pues que las pérdidas de sangre roja hayan desaparecido para dejar paso a otras color chocolate, muchísimo menos abundantes pero constantes, y que el dolor de menstruación que me trajo por el camino de la amargura se haya esfumado por completo. De mientras, la HGCH debe haber seguido subiendo porque mi estómago cada día que pasa está peor de las nauseas, aunque ya lo experimenté en el 2° aborto pues mientras el saco está pegado y nadie avise de lo contrario para mi cuerpo estoy embarazada.

Además, ayer hablé con Dra. Pinchos 2, quien me dijo un par de cosas interesantes; cree que el dolor de menstruación que tenía era a causa del hematoma y probablemente ahora esté en proceso de reabsorción/eliminación. Podría ser, yo no digo que no, aunque siempre queda eso de "¿qué fue antes, el huevo o la gallina?": ¿tuve dolor por el hematoma o el hematoma fue secundario al dolor? ¡A saber!

Y un detalle obvio, pero en el que a veces no reparamos por tenerlo ante nuestras narices: mi cuerpo retiene las gestaciones -o por lo menos no suelta así como así el saco gestacional- como ha demostrado en 3/4 abortos. El primero ha sido el único que se podría haber ido solito. Así que la teoría del rechazo inmunitario, con sus ataques y demás, creo que pierde pistonada.

De no haber existido el episodio de dolores y pérdidas con sangre fresca hoy sería una embarazada feliz, o abortada ignorante de su situación pero aún así feliz. ¡Menuda M todo!

En condiciones normales uno encuentra entradas tales como:

"¿Cómo compaginar la maternidad y el trabajo?".

Pero yo, que soy más chula que un ocho, he decidido hacer la versión infértil de la misma, y donde yo pongo abortos podéis poner cualquier aspecto de la infertilidad (tratamientos de RA, betaesperas, pruebas...).

Parece una tontería, ya se sabe que tu mundo laboral, de ser madre, puede llegar a cambiar como de la noche al día, pero ¿a caso no cambia también cuando una está inmersa de lleno en la lucha contra la infertilidad? 

Laboralmente hablando he llegado a hacer burradas, jornadas infinitas sin tiempo muchas veces para tan siquiera comer, yendo arriba y abajo como una loca, aplicando una frase muuuy odiosa que mi abuela sieeempre ha tenido en boca:

"Por la vida se pierde la vida"

El idiota, eso es lo que hacía visto ahora con perspectiva, pero quizá estaba intentando ir al máximo porque era consciente que llegado un punto, si era madre, esto ya no se podría sostener y los ingresos saldrían perjudicados. Así que podemos decir que era una especie de hormiguita amfetaminada, pero amargada a más no poder.

No creáis, con los dos primeros abortos aún llevaba un ritmo de trabajo bastante frenético. Hasta tal punto que pensaban que la causa de mi mal era el stress ocasionado por esto. De cara a buscar el tercer embarazo (otro aborto más a la colección) ya hice un cambio laboral bastante drástico: dejé 3 de 7 sitios donde trabajaba (mi faena va por módulos, de ahí poder estar en varios sitios a la vez). Económicamente quedaba resentida pero ¿no lo justificaba la causa? Pues eso. Lo que nadie antes había logrado, poniendo en tela de jucio mi salud, las ganas por ser madre lo consiguieron.

Pero ni por esas... otra pérdida más, aún yendo más sosegada; en un primer momento casi me doy contra un canto de pensar lo que había hecho para nada, pero recapacitando vi que sí o sí era lo correcto, primeramente por mi salud y luego porque vislumbraba que el camino que tendríamos que empezar a recorrer requeriría muuucho de mi tiempo, y esto los jefes no lo entienden por muchas buenas palabras que te puedan soltar en el momento de bajón.

En mi caso, además de trabajar para otros como autónoma, tengo mi propia consulta desde hace 4 años. Todos mis ahorros, TO-DOS, se esfumaron con ella, tenía muchas ilusiones depositadas, ¡por fin volaba libre! Pero aunque ahí pueda elegir horarios, la gente suele ser bicho de costumbres (sobretodo l@s abuel@s), quiere horarios fijos, saber que te va a encontrar en todo momento, y en los últimos 2 años anda que no he tenido que colgar veces el cartel "Cerrado por enfermedad". ESTO ME HA REPERCUTIDO, ¡y mucho! No me quejaré, voy haciendo, pero la cosa podría haber ido muchíiisimo mejor de no pasar por lo que estamos pasando, y te frustras.

Hay pacientes que se preocupan por ti, que te arropan, otros que dicen "lo siento por ti, pero entiende que yo necesito un servicio y que sepa que la persona estará ahí" y a otros no apetece dar explicaciones y solamente te queda escuchar su aleccionamiento de cómo se lleva un negocio, algo que, por cierto, ell@s no han hecho nunca jamás.

Así que te encuentras que nada, nada, nada de tu vida va bien: no eres madre ni a la de tres, tu progresión laboral se ha visto claramente afectada y no sabes hasta que punto va a seguir la decadencia, a pesar que en estos momentos me llega a resvalar lo que sea de mi laboralmente hablando, y cruzas los dedos para que tu relación no naufrague con tanto altibajo emocional.

Con los tiempos que corren perder un trabajo, no tenerlo o hundir tu negocio a raíz de problemas en tu vida privada, véase mi/nuestro caso, es un lujo demasiado caro, ¡y se necesita ese dinero! Porque precisamente baratos no son ni los tratamientos de RA ni las pruebas médicas. 

Pero me resulta imposible tener dos problemas en primera línea de frente en mi vida: infertilidad y trabajo. No puedo dedicar el 100% de mis esfuerzos a todo, debo priorizar pero esto es un pez que se muerde la cola.

Bajas el ritmo laboral, lo dejas en un segundo término, te resignas a pensar que ya volverás a remontarlo en otro momento, pero ni así logras llevar mejor la situación cuando ves que a lo que has decidido dedicarte casi en cuerpo y alma no hace más que aportarte fracasos tras fracasos.

Ser madre probablemente te condiciona a nivel profesional, no lo sé, lo puedo imaginar, pero ¿a caso no lo hace el proceso para lograr serlo? La infertilidad, a mi, me ha marcado laboralmente hablando. ¿Qué debo hacer? ¿Elegir/sacrificar? ¿Reinventarme?

Y vosotras, ¿cómo lo lleváis?

Los que me conocen saben que el victimismo no va conmigo, que más bien me callo las cosas y me las paso solita, que me hundo, me caigo, y solamente pido a mi marido que se eche un rato conmigo que luego ya me levantaré, a mi ritmo pero lo haré.

Nuestra situación, la infertilidad, me resulta un problema, ¡y muuuy gordo! Ya sé que no se trata de una enfermedad de por sí mortal, aunque por nuestra experiencia eso se lo discutiría a más de uno y de dos, pero no quita que la OMS la sigue considerando eso, una enfermedad. Por si alguien aún se lo cuestiona aquí dejo un enlace.

También sé, sabemos, que si echamos la vista para atrás nos podemos asustar de los panoramas que llegan a haber, pero eso SIEMPRE pasará, y como el refranero popular es muy sabio yo me acojo a aquello de "en el hospital cada cual siente su mal". ¿Egoísta? Puede, pero a estas alturas me da absolutamente igual bajo que adjetivo me etiqueten.

Precisamente porque la gente es lo que no hay, este último aborto lo llevamos más en secreto; la mala leche, y perdonad, es directamente proporcional al número de abortos pasados, supongo que tendrá sus equivalentes con los negativos de IAs y FIVs, y ahora sí que no, no estamos para escuchar las repelencias de algunas personas cercanas a nosotros con eso de "a propósito de un caso" que, tened por seguro, fijo sieeempre será peor que lo propio.

Concretamente me refiero a una amistad por parte de Mr. Costillo que, cuando alguna vez, en el último año, nos hemos quejado de nuestra mala suerte en el intento de ser padres, siempre nos sale con la misma historia de unos amigos íntimos suyos. Cuando os la cuente os daréis cuenta que realmente esta pareja en cuestión pasó por un palo muuuy gordo y con unas secuelas que les han marcado un antes y un después, pero eso no quita que esta persona, del sexo masculino, sea la menos indicada para valorar nuestro problema y darle una puntuación de "ya será menos" o "no hay para tanto". Sí, ésta se la llevo guardada y sí, soy rencorosa, así que más vale que la vida no me sirva en bandeja la oportunidad de devolverle la puya, porque tened por seguro que lo haré.

La historia en cuestión:

Una pareja íntima de llamémosle I (de Impresentable), estando ella embarazada de 4 meses, y siempre todo según la versión que nos ha contado él, tuvo un gravísimo accidente de tráfico del cual salieron muuuy mal parados, la chica en especial. ¿Consecuencias? Pues más allá de las traumatológicas y sus correspondientes cirugías, que a estas alturas aún no han terminado, ella perdió al bebé que esperaban y con el/la el útero. No sé, o no quiero imaginar, como debió ser para que las consecuencias fueran más allá de la pérdida del bebé, se me pone la piel de gallina. 

Así que el tener hijos para esta pareja por si mismos se acabó, motivo por el cual tienen muuuy claro que el día que estén plenamente recuperados, y conservando ella sí sus ovarios, irán a por el embarazo subrogado. ¡Ole por ellos y la fortaleza de la muchacha que debe estar librando una batalla emocional brutal!

¿Es su situación más grave, o delicada, que la nuestra? ¡Por supuesto! Egoísta sí, pero no con quien sufre; no soy inmune contra el mal ajeno, pero cuando es una persona que no tiene ni idea de lo que implica la infertilidad o la esterilidad la que usa esta historia reiteradas veces contigo, una de ellas recién salida de un susto gordísimo como el que tuve con el 3r aborto, y que casi me cuesta muuuy caro, no hay para menos que mandarlo a la M mayúscula.

Esto solamente hace que reafirmar lo que ya sabemos del día a día infértil: HAY MUUUCHA IGNORANCIA AL RESPECTO.

La gente es muy dada a hablar sin saber, no se preocupa en escuchar, es un tema que les va grande, que no saben como abordar, ¡y no les culpo! Si no pasas por ciertas situaciones no puedes hacerte una idea de lo que conlleva, pero tampoco hace falta que sentencies los sentimientos infértiles de chorrada, teniéndolos de menos, porque creo, desde mi propia experiencia, que es la etapa más dura de mi vida desde que fallecerieran mis abuelos.