Basta que quieras algo muuuy muuucho para que te persiga a todas partes cuando no lo consigues y hasta te parece inalcanzable.

Tiene un nombre: atención selectiva; aunque creáis que una broma de mal gusto os pone en vuestras narices aquello que máaas ansiáis, no va exactamente así la cosa. Sieeempre ha habido, hay y habrá embarazadas, bebés, cochecitos y demás, peró no era algo de nuestro interés y no le hacíamos ni caso. Si además sumamos que, por edad, es normal que nuestro entorno de amistades y conocidos se hayan hecho el mismo planteamiento de futuro...pues con más motivos nos encontraremos rodeados.

Si hicieran desaparecer todas estas cosas de mi entorno reconozco que, egoístamente, sería más feliz, por no decir cuando tienes conocimiento de embarazos más o menos cercanos y rabias cual peor bruja de cuento por ver su felicidad y suerte contrastando tu desdicha.
No me mal interpretéis, no quiero que a nadie le pase lo que nos está pasando a nosotros esta porquería de año, pero quisiera que se repartieran los boletos de la miseria de manera más amplia, pues parece que los hayamos acumulado todos nosotros.

Confieso que me he llegado a sentir la persona más mala del mundo por no ser capaz de alegrarme por embarazos próximos a nosotros, incluso he llegado a odiar a todas las "gordinflonas" y sus "monstruitos". No es su culpa, pero también os digo que es difícil de entender este sentimiento si no has pasado nunca por la experiencia impotente de perder un embarazo.
Ahora sé que no soy mala por no querer ver en un tiempo bebés y demás, sé que estoy enfadada con la vida y lo mal repartida que está y que no encontraré mi paz y recuperaré plenamente la ilusión hasta que no lo logre sea como sea.

No pedimos que la gente lo entienda, pues es imposible sentir lo que sentimos sin haberlo vivido, peró que respeten nuestro duelo particular y dejen correr un poco de tiempo.