Dra. Pinchos 2

10:24

Desde hacía cerca de mes y medio que no había vuelto a pasar por manos de la acupuntora, por falta de tiempo y por dinero, no nos vamos a engañar...
La verdad es que mejor que estaba estoy, y no urgía tanto mantener una elevada frecuencia tal y como ya me dijo en su momento mi dra. Pinchos 1; pero entre espaciar 15 días las visitas y desaparecer por completo hay un punto medio.
La acupuntora que me visitaba hasta el momento es muuuy buena, ya lo sabéis por lo contado en entradas anteriores, pero tiene 2 pegas: me cae lejos y el precio por sesión no era fácilmente asumible. Por experiencia, y por lo que yo misma digo a mis pacientes, cuando se busca algún servicio -el que sea- o bien lo debes tener cerca de casa o del trabajo, porque la pereza es muuuy mala y pasa lo que pasa, que no eres regular o lo acabas dejando, y esta doctora no me caía cerca de nada (¡aún me sorprende que yo haya sido regular más de 4 meses!)
Así pues, ante la inminente nueva búsqueda, quería retomar los buenos hábitos pero a sabiendas de cumplir como es debido, motivo por lo cual recurrí a mi suegra y su acupuntora, en adelante Dra. Pinchos 2.
¿Qué deciros? Que soy de fácil contentar ó alguien pone en mi camino buenos especialistas, una de dos; para más coincidencias se llaman igualito, ¡así no la lío parda cambiándole el nombre!
No es especialista en infertilidad pero casualidades de la vida -de esas en las que no creo- su mejor amiga ha pasado por 3 pérdidas gestacionales seguidas y la está tratando, así que el tema no le viene de nuevo.
La visita fue el pasado Lunes, a última hora de la tarde, y duró ¡casi 2 horas! Una parte de historia clínica y otra para acupunturar, ídem procedimiento que con la primera doctora, aunque juraría, a pesar de no llevar reloj, que el rato que estuve acupunturada fue mucho más de lo que acostumbraba a estar. La verdad es que hizo inciso, a modo de deja vú,  sobre la alimentación, el descanso y las horas de sueño, el ritmo de vida laboral, antecedentes familiares, etc. Reconocer que se sorprendió gratamente de que buena parte de estas cosas ya las tuviera miradas/tratadas/asimiladas, pues deberes que ya no tenía que ponerme y tiempo que ganábamos ambas.
Comentó un seguido de cosas muuuy interesantes, de sentido común pero a menuda pasadas por alto:
- No descarta tratar también a mi marido, al fin y al cabo somos dos en esto de procrear, aunque me estoy planteando seriamente la mitosis infinita de mi misma... :P
- Considera que por lo que me han encontrado, poco menos que algunas hipótesis, voy sobremedicada (¡amén!)
- Llevo un paquete demasiado importante a mis espaldas que fácilmente puede condicionar o predisponer mi energía para encarar un nuevo embarazo.
Sea como fuere tuvo bien claro que iba a tratarme con un claro enfoque a los abortos y futuro/s embarazos; curioso a la part que interesante pues la Dra. Pinchos 1 planteó un tratamiento más psicológico, cual antidepresivo, vamos, y para que mi parte corporal y la energética andaran sincronizadas. Con esto creo que más que salir perdiendo he ganado, porque primero hice por curar el "alma" y ahora, mil veces mejor que hace 1 año, voy a tratar lo físico, cosa que no contemplaba de igual modo la primera acupuntora. ¡Se complementan y no lo he hecho a propósito!
Creo que en ninguna sesión antes había salido taaan "agujereada": espalda, cabeza, frente, esternón, abdomen, piernas...¡¿quién da más?!
Por lo que me contó, quiere lograr que cumpla al máximo con las horas de reposo/sueño, fundamentales para que cargue la parte del yang (creo...) y el cuerpo funcione correctamente, y avisó que haría para que lo cumpliera, así que deduzco que mi atontamiento extra desde hace 4 días puede ser por alguna de las agujas que plantó de lleno en mi cocorota, pues no he añadido desde entonces ningún medicamento nuevo a mi rutina.
Ahora la vuelvo a ver el Viernes 9 al mediodía tras proponerme hacer 4 sesiones seguidas, así que será la segunda. Quedé muuuy contenta, y al estar a ¿10 minutos? andando desde casa, y ser algo más accesible económicamente hablando, estoy segura que la pereza o dejadez no podrá conmigo.
Verdaderamente, me sorprendre verme de esta guisa, deseando ser acupunturada, ¡yo, que no podía ver una aguja! Recurriendo a medicinas alternativas al sentirse mi mente huérfana de respuestas por parte de la medicina occidental, y no es que no creiera antes en todo esto sino que se me han roto taaantos esquemas en dos años que ya me aferro a cualquier "celo" que me los recomponga.
 

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2 comentarios

  1. Valiente!! A mi me pilla un acunpuntor y me pide que me suicide porque lo mio no tiene arreglo.

    Yo tambien llevo el yang a tope!! Con la progesterona me duermo por las esquinas.

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    1. jajajajajajajajajajajajajajajaajajajajajajajajaja ¡¡¡pero qué bruta eres leñes!!! XDDDDDDDD Anda que no me río yo contigu x'D
      El yang a tope y el arsenal de salvaslips, ¿no? Que los recuerdos que tengo de la progesterona eran un poco pasto-asquerosos...U.U

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