O qué me pasa a mi con él, quizá sería la otra forma de plantear la cuestión.
Por un lado parece que fue ayer que pasaba por quirófano para la última pérdida y la semana que viene, si todo va bien, ya se cumple un mes, ¡un meees!
Por el otro los días parecen no pasar, y así traer consigo todas las respuestas y pautas que necesitamos.

 

Y mi cabeza no baja de las 10mil rpm

Aún de Lunes a Viernes, con el trabajo y los quehaceres rutinarios, se va haciendo,  se piensa a ratos, lo justo, pero...¿y en mi tiempo libre? Pues nada, dándole vueltas y más vueltas al asunto, no viendo el momento de poder empezar con el siguiente "asalto", sintiendo que el tiempo no avanza, que todo va lento, ¡agonizando! Porque los problemas de infertilidad conllevan agonía, logran aburrirte de ir de un lado para otro sin obtener respuesta a tus preguntas, te consumen.

Los especialistas no tienen prisa en resolver tu situación pero tú sientes, como he dicho otras veces, que el tiempo se te escapa y que llevas invertidos AÑOS para algo que se resiste a llegar y que todo corre en tu contra.

Siento que mi vida en los últimos casi 3 años discurre a saltos, de embarazo/aborto al siguiente embarazo/aborto, siendo los intérvalos de tiempo entre estos épocas anodinas, que si recuerdo es por las citas médicas pero no porque recuerde haberlos "vivido", ¡meses valiosísimos que nadie me devolverá! Meses en los que ha habido cosas buenas, seguro, que o no he sabido ver o he pasado por alto o no he valorado como merecían, pero ahora ya es tarde y de nada sirve lamentarse.