Mirando hacia atrás...

15:12

...me doy cuenta de que hay muchas maneras de vivir el camino de la infertilidad y, probablemente, no hay una mejor o peor que otra, pues todas son válidas si de ellas acabamos sacando algún aprendizaje.
Posiblemente pensaréis -y yo lo haría- que a toro pasado todo se ve distinto. Sí, se ve distinto, por ejemplo, en mi caso, pero hay quien durante el camino hacia la maternidad ya saca su moraleja, su lección de vida. ¡Lxs admiro!

Cuando hablo de esto tengo en mente a una persona, alguien a quién tengo un cariño muy especial aunque ella -ni yo- no sea muy dada a las muestras afectivas. Es Bea, en las redes Bedabita (clicando aquí podéis acceder a su blog y aquí a su cuenta de Instagram).
Me encontró cuando más perdida me sentía y ha sido mi luz, aunque ella no se lo crea, muchas veces: un simple comentario, un whatsapp inesperado, una broma de "sanitarios", un paquete sorpresa...
Cuando entras en el mundo de la infertilidad echas en falta más comprensión por parte de quienes te rodean, de la sociedad en general, y que surja un puntal, unas orejas incondicionales y que sepan empatizar, no tiene precio.

Yo he sacado una lección de todo este proceso una vez finalizado, y alguien me lo resumió así: "(...) puedes lograr aquello que te propongas. Y si tienes dudas, sólo hace falta que mires a tu hija (...)"
Sí, he aprendido, justo al final, que con los objetivos claros ser cabezota es también un don que no hay que perder sinó saber cultivar y aplicar.

Pero, y Bea, ¿qué pinta en todo esto?

Ella, mal que me pese, sigué en pie de guerra, con su lucha particular, haciendo todo lo que está en sus manos para lograr su anhelada maternidad, PEEERO con una entereza y una manera de sobrellevar la situación que admiro. Ella es aquella persona de quien uno puede aprender a "bailar bajo la lluvia" durante la tormenta.
Por supuesto que tiene sus momentos de bajón, pero remonta el vuelo e intenta que su día a día, a pesar de la sombra de la infertilidad, esté lleno de colores.

Yo no podía ver niños, aunque fuesen de la família; ella disfruta de su condición de tía logrando que el compartir momentos con sus sobrinos no sea un tiempo de notar vacío sinó de recibir afecto desde otro enfoque.

Ella ha sacado ánimo de debajo las piedras, no deja de vivir la vida, no quiere dejarla en punto muerto; yo me sentí atrapada en un bucle que me impedía tener ilusión por cualquier cosa que no fuese alcanzar la maternidad.

Siento que ella, lección a lección, va sacando sus propias moralejas, aquellas que van a llenar seguro su vida, y eso que ha pasado una temporada aún peor por desgracias varias.
Ella tampoco se rinde, lucha, y lo hará hasta que llegue a destino o sienta que allí acaba su camino, pero no deja de vivir la vida en sus otras facetas, seguramente mejor aprovechadas que por otra persona.

Quisiera haber sabido capear la tormenta y que no tiñera de gris anodino todas mis facetas, pero nunca es tarde si la dicha es buena. Y digo: creo que todas mis estrellas han hecho de mi la madre que no hubiese sido de ir bien de buenas a primeras, me han permitido conocer a gente muy especial e intentar ayudar a otras tantas; ¿sería una mala madre? No lo creo, pero todo es mejorable en esta vida.
Ojalá no hubiese pasado por cuatro pérdidas, pero siento que una manera de honrarlas y dar sentido a su existencia es haber sacado un aprendizaje de vida y que mi experiencia no caiga en saco roto y pueda dar algo de luz a quienes estéis pasando por algo parecido.

You Might Also Like

1 comentarios

  1. Ains que honor y que verguencita me da! Un besote Ester! Las risas que me echo contigo también ayudan a curar!

    ResponderEliminar

Formulario de contacto

Nombre

Correo electrónico *

Mensaje *

Follow