Pues sí, aunque más que una duda es un conflicto entre mis sentimientos racionales e irracionales, en parte motivado por el conocimiento de testigos y casos en situaciones parecidas a la nuestra.

¿Merece la pena volverlo a probar por métodos naturales o está más que justificada la inversión en un centro de reproducción asistida? Quizá la primera impresión que se lleve alguien al leer esto es que el factor económico pesa; sí, es un importe elevadísimo e injusto teniendo en cuenta que todo va por cuestiones de salud, pero mi integridad física ya he recalcado muchas veces que está por encima de cualquier cifra, pues ni todo el oro del mundo te puede devolver la vida llegado un punto.

He tenido conocimiento hace poco de una chica que tras 3 abortos lo siguieron intentando y a la cuarta les llegó la niña y a la sexta el niño -sí, hubo un aborto de por medio- sin pasar por ningún tipo de centro. No sé si fué por no poder permitírselo o por osadía, pero aquí están.
Pero también puedo citar gente que ha pasado por 4, 5 y hasta 8 sin éxito hasta que han pagado.

Ir a un centro lo hace todo más complicado al principio: pinchazos, hormonas, extracciones, transferencias...¡y cruzar luego los dedos!
Dejar actuar a la naturaleza humana me puede valer complicaciones a posteriori: ingreso, legrado, angustia disgusto y tener que volveeer a dejar pasar otros tantos meses hasta un próximo intento.

Hasta hace nada lo tenía clarísimo, ahora tanto médico con espiritu kamikaze me ha hecho dudar de mi propía postura, debiéndome recordar por qué quería yo tomar la vía asistida.