¿Por qué en ninguna visita que he tenido con médicos se han molestado en preguntar por mi marido y posibles problemas de concepción en su familia? Es algo que no entenderé por más que me insistan con que la parte femenina és la más compleja de las dos implicadas en un embarazo.
Y no lo digo yo, insisto, lo dicen estudios ampliamente contrastados que podéis encontrar en publicaciones científicas.
Si bien parten de la base que ciertos problemas pueden heredarse de abuelas y madres... ¿no sería extrapolable a los hombres cuyos padres han sido diagnosticados de infertilidad o esterilidad sin causa aparente o que presentan antecedentes de laaargos períodos para llegar a concebir sus hijos?
En mi familia nuuunca antes se había dado naaada del calibre de lo que estamos viviendo ahora, mi madre y la suya tuvieron un único aborto cada una, el primero antes de concebir sin problemas a tres y dos hijos respectivamente (y sin problemas para quedarse); mi marido es hijo único y creo que fue fruto del azar pues les costó mucho lograr su embarazo, y muuucho es muuucho, y luego cuando quisieron darle un hermano NUNCA llegó.
Mi suegro también lo es, de una época en la cual sus padres, menos ver la tele, podían hacer otras cosas...creo que ya me entendéis.
Incluso si remonto en el árbol familiar, la mujer de un primo de mi suegro tuvo 10 embarazos pero solamente 2 hijos, así que calcular...
No se si es una batalla perdida, pero siento rabia ante taaanto machismo en el mundo médico, ante la facilidad con la que o te dejan sufriendo sin mirar nada o te hacen las mil y una perrerías para justificarse y sin ser necesarias.
Cuando pienso que la parte más grande de nuestro problema recae en mi marido y Don "patrocolo" - el gine de mi suegra para quien no lo sepa- aún insistía en mirarme máaas a mi y ningunear la prueba de la fragmentación quitándole relevancia...¡es que me enciendo!
Creo que no debemos perder el respeto en el trato entre personas y saber hasta donde alcanzan nuestros conocimientos pero por estas mismas razones coger las riendas de nuestros casos y pedir, preguntar, insistir, pues los malos ratos los pasamos en casa nosotros no los médicos.