Bienvenido eres aunque contigo retomemos toda normalidad, rutina y aburrimiento.

Bienvenido eres, también, por dar pistoletazo de salida a un seguido de "puntos finales" en distintos frentes tras 7 meses de parón forzoso y de asqueamiento médico.

Contigo llegarán cumpleaños de seres queridos, nuestro 5° aniversario de boda, un par de festividades que nos han permitido organizar alguna que otra escapada en pareja (o en trío, porque la perra se viene con nosotros), ¡no todo en ti tenía que ser malo!

Ciertamente cerrar etapas conlleva retomar las tropocientas citas médicas que alteran mi día a día hasta puntos insospechables, pero es un precio que a estas alturas estoy dispuesta a pagar.

Y darás paso al otoño, una de mis estaciones favoritas, y con él a los buenos hábitos de cara a lo que nos pueda venir porque, sí, este verano decidí olvidarme de mi faceta abortadora, decidí no hacer nada que me lo recordara, ¡incluso aparqué ciertos tratamientos hasta ahora!

Hay vida más allá de querer ser madre pero en plena vorajine no era capaz de recordarlo, no me era posible vivir el resto de facetas de mi persona sin ver a cada momento indicios de nuestro mal.

A ver qué nos deparas, que Agosto se portó bien con nosotros...