Dos días después de la primera visita a un centro de reproducción asistida tuvimos la segunda, y os puedo assegurar que no fue algo hecho a propósito, fue la pura casualidad que nos dieran días alternos; lo que creí que sería una saturación para ambos, sobretodo para mi marido, pasó a ser algo más práctico, pues estaría la información más fresca y podríamos exprimir más las visitas.

Esta vez tocaba en Fertygin, en la Clínica Sagrada Família (Barcelona), con el dr. Julio Herrero, a quien nos derivó mi ginecóloga actual viendo lo visto con tooodas las pruebas recopiladas. No entraba por mi mútua, y de hecho no sé ni si por ninguna, y la primera visita nos costó 100€, que teniendo en cuenta el pastizal que nos llevaron las del inmunólogo casi un año atrás...¡me parecía hasta barato! Pero ¡¡¡shhhhhhhhht!!! Estas cosas se piensan pero no se dicen, que luego se lo creen, suben tarifas y nos dan matarile a nosotr@s.

Llegamos puntuales, aunque encontrar las consultas no nos resultó precisamente fácil, y más teniendo en cuenta mi pésima orientación espacial y que mi marido no se había curado en salud mirando él como se llegaba, a sabiendas de mi incompetencia.

Aún así llevaba demora, así que nos dio tiempo a rellenar máaas papeles -ya tenemos un máster en facilitar datos personales a velocidades vertiginosas- y esperar en una microsalita algo más de media hora. ¡Y entramos!

El protocolo no fue distinto al del anterior centro: facilitamos motivo de visita, entregamos el papel de mi ginecóloga y empezamos a darle tooodas las pruebas acumuladas hasta el momento, inclusive las más controvertidas.

Debo decir que aunque el médico no es el colmo de la expresividad fue muuuy correcto en todo momento, quizá algo falto de empatía en su comunicación verbal y corporal, pero como ya he repetido en otras ocasiones: buscamos efectividad y no un "amigote" con quien echar unas risas.

Y quizá os preguntáis, ¿y qué pasó con las pruebas "alternativas"? (véase la fragmentación del ADN espermático y los anticuerpos antiparentales). Pues que ahí fue donde sentí como si vinieran con una máquina de derribos e hicieran "zaaasca" en mis pobres e inestables pilares.

De tooodas las perrerías, pruebas y demás historias que llevamos a nuestras espaldas solamente 3 cosas han salido mal hasta el momento como para justificar nuestra mal nombrada "mala suerte": supuesto S.A.F. (síndrome antifosfolípido), incompatibilidad por antiparentales y fragmentación en los espermatozoides.

Imaginaros que cuando crees tener algo contra lo que puedes luchar, en vez de seguir dando bandazos al aire contra vete a saber tú qué, viene una persona -cuya reputación te ha dado confianza de buenas a primeras-  y ni se mira estos resultados, literalmente ignorándolos, y te dice clarísimamente que no sirven para nada. Pues eso fue lo que nos pasó.

Para ser exactos y fieles a la realidad, desestimó el posible S.A.F. por el simple hecho de salir solamente uno de los 4 parámetros posibles ligeeeramente mal (y además el menos significativo) y en la privada que no en los estudios de la Maternidad de Barcelona; para las otras dos pruebas nos dijo: "¿qué pensáis vosotros de todo esto?" a lo que mi cara se volvió más parecida a la de un besugo, pues precisamente lo que queríamos era saber su opinión, lo que opináramos nosotros no era relevante.

Evidentemente hubo respuesta por nuestra parte, muuuy "polite" como dirían los ingleses pero la hubo, ya que veía por donde iban los tiros y a estas alturas el desgaste ya es superlativo: "(...) nos parece que no saben por donde cogernos ni qué nos pasa...".

¿A caso lo desmintió? ¡¡¡Para nada!!! Reafirmo lo que acabábamos de decir, llevándoselo a su campo, como no, y dándonos la siguiente pauta o protocolo desde su punto de vista profesional:

- Habiendo un único aborto con conocimiento de causa (cromosómica, genética) de los 3 acontecidos, lo que habría que garantizar es la calidad genética de los embriones.

- Desaconsejó volver a intentar embarazo natural.

- Propuso FIV-DGP (¡cómo no!).

- NAAADA DE NAAADA DE HEPARINA, ADIRO O SIMILAR (supongo que tampoco progesterona...¿?¿?¿?¿?)

Y si nos despistamos ya estaríamos empezando el tratamiento de reproducción, iba lanzadísimo y más cuando echó cuentas del tiempo transcurrido desde el último aborto; evidentemente le dijimos que naranjas de la China, que hasta Octubre nada de nada, pues queremos pasar un verano tranquilo... como se suele decir ¡puestos a perder, ganar da asco! Ya no nos viene de unos meses, como pareja lo necesitamos y yo la primera.

Aún así salimos contrato en mano (sí, sí, contrato...y consentimientos), cómo no con los precios y un dvd explicando tooodo referente a la RA.