Otro (gran) susto más

15:39

Os escribo desde mi refugio temporal, dícese también casa mis padres, tras pasar una semana ingresada en la Maternidad, alternando estancias en UCOI (Unidad de cuidados obstétricos intensivos) y planta.

¿Qué pasó esta vez? Una hemorragia de campeonato la madrugada del Lunes al Martes la pasada semana.

Ese momento lo recuerdo con interrupciones; me había levantado varias veces para hacer pis aquella noche, pero cuando lo hice a eso de las 4 de la madrugada noté mi entrepierna mojada. Como venía de otro sangrado, hacía a penas 3 semanas, me temí lo peor y no fallé. No será muy ortodoxo pero metí la mano ahí donde notaba humedad, cogí el móvil y la iluminé: era sangre como no había visto desde mi tercera pérdida.

Salté de la cama como si tuviera un resorte; no sabía cuánto rato llevaba sangrando y empecé a temer lo peor para B, todo esto con el corazón a mil por hora. No atiné a despertar a Mr. Costillo, me limité a ir como una exhalación al baño, teléfono en mano, para ver la magnitud del sangrado. Seguía perdiendo. Y mucho.

Llamé directamente al 061 (sí, emergencias es el 112, pero no podía perder tiempo con un estúpido filtro bur(r)ocrático). Sinteticé mi situación para no alargar el momento de decir «Necesito que me manden una ambulancia».
Por suerte, la combinación de embarazo de 7 meses + placenta previa + anticoagulación + hemorragia mayor a menstruación les asustó tanto como a mi.
Acto seguido llamé a mis padres.
En 3-4 minutos todo estaba en marcha y Mr. Costillo en la puerta de la habitación con las luces abiertas y con cara de espanto tras ver, tal y como me contó a posteriori, lo que yo ni había parado a observar ante el susto: mi lado de la cama estaba lleno de sangre, el suelo hasta el baño tenía un reguero importante y me vio salir del baño con los pantalones ensangrentados desde mis partes hasta las rodillas.

Recuerdo pedir que me ayudara a cambiarme, cogiera cuatro cosas y me acercara el aparato que tenemos para escuchar los latidos de B. Mi obsesión era la niña, la sangre era secundaria. Escuché su latido, ahí estaba pero no sabía en qué condiciones.
A partir de ahí: los técnicos descolocados ante tal escenario gore, mis padres asustados, Mr. Costillo yendo y viniendo, el trayecto en ambulancia a 140km/h (reales) por Barcelona conmigo en la camilla de atrás dando bandazos, los médicos de urgencias, la vía, monitores, exploraciones, medicación para evitar contracciones, pinchazo de cortisona al canto para empezar a madurar los pulmones de B... todo pasó muy rápido y difuso. Mis "nervios de acero" fallaron en el momento que tuve organizada la intendencia básica.

A las 7h quedaba ingresada en UCOI. Lo importante es que B estaba bien y la hemorragia se había detenido. La incertidumbre de lo que podía llegar a pasar ya era otro tema.
¿Diagnóstico? Hemorragia por placenta previa con agravante por descoagulación; B, hasta el momento atravesada, esa noche decidió girarse para ponerse en posición cefálica y ahí se armó la gorda.

En mi primera estancia en cuidados intensivos no perdí más pero desarrollé pavor a quedarme dormida. ¿Y si volvía a pasar? Si fuese algo que doliera tienes ya LA SEÑAL de aviso, pero es que no dolió, simplemente empiezas a sangrar, sin más, sin necesidad de esfuerzo alguno.

Pasé a planta al cabo de un par de días, ahí empezamos con una novedad: mayor número de contracciones fisiológicas y algunas otras que no, aunque igualmente indoloras. No le dieron importancia.
Al final del segundo día en planta empecé otra vez a perder; esa sensación de salir flujo pero en cantidades mayores era inconfundible. Era poco, según las enfermeras, y entraba dentro de la clínica de la placenta previa... pero la cosa fue a más hasta el punto que me bajaron a urgencias para ser explorada, de nuevo, hasta 2 veces en dos días. Sangre y coágulos, coágulos y sangre... en cantidades nada despreciables; me devolvieron a UCOI.

Dos días más hasta que quedé estabilizada. Ya vi que esta vez no se la iban a jugar y querían estar convencidos.
Hasta que vieron que la «patata caliente» no les iba a volver a petar fácilmente no me devolvieron a planta, ya de cara a la posible alta (que tuvo lugar día y medio después).

Poder volver a casa ha sido raro: por un lado, ¿a quién le apetece quedarse en un hospital?, por otro, ¿y si vuelve a pasar?
Estoy de reposo con permiso para levantarme para lo mínimo y esencial: ir al baño, la higiene (ducha, dientes, etc) y comer. El resto del tiempo sigo en cama, tal cual llevaba haciendo con el primer sangrado.

Respecto a la medicación:
- Me llevé un total de 2 pinchazos de cortisona intramuscular en mis aplanadas posaderas, con un margen de 24h. »»» Había que empezar a madurar los pulmones de B por si las moscas.
- Descubrieron que no me pueden administrar ADALAT® (en ginecología se usa para parar posibles contracciones) porque me provocó tal cuadro de taquicardias que me planté en 170p/m 45 minutos después de haberlo tomado.
- Me retiraron el Adiro®
- Hicieron tentativas con la heparina terapéutica, administrándola en dos dosis, una cada 12 horas, pero al repetirse el sangrado, y tener que mantener reposo, me la han dejado en profiláctica (Clexane® 40)
- Habiendo bajado el hematocrito hasta 27, aún insistieron más en la toma de hierro (allí Tardyferon® y en casa Fero-gradumet®)

Respecto a B:
- Me monitorizaron a diario: primero para ver que no le hubiese pasado factura el sangrado y luego para ver si sufría por el cambio de medicación anticoagulante.
- Hicieron varias ecos para valorar su estado.
- Nos bajaron a «Bienestar fetal» el día antes de tener el alta para valorar flujos, crecimiento, movimientos, frecuencia cardíaca, etc: aparentemente todo correcto a fecha del pasado Lunes. B ya pesa 1'8kg, mide 41 cm y, si no ha vuelto a cambiar, se mantiene cabeza abajo.

Mi placenta sigue a 4mm del orificio del cuello uterino, no se ha movido un ápice en 11 semanas que hace que la descubrieron. No es oclusiva total pero tiene unas ramificaciones vasculares que están dando por saco, como ya se ha visto; el protocolo, si no cambia nada, es cesárea.
Ahora, mi doctora en la Maternidad me quiere ver cada semana, cosa que veo perfecta. Pero ya dejó caer, cuando acudió a verme durante el ingreso, que si llegábamos a término sería con 37 semanas, no más.

Así pues, mi faena ahora es intentar aguantar tooodo lo posible, ser la mejor incubadora que pueda tener B, y cruzar los dedos para que no se repita otro susto de tal calibre. A ver si lo logramos...

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3 comentarios

  1. Madre mia! Que angustia tienes que estar pasando! Menos mal que ya te queda poco y todos estos sustos son un mero tramite para que tu marido y tu conozcais al amor de vuestra vida.
    Mucho animo!!

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  2. Caray nena!!! Pedazo de susto...no me extraña que te pusieras nerviosísima...igual yo hasta me hubiera desmayado...Pese a todo lo que te ha pasado ya no queda nada para tenerla en brazos y sana.Te mando muchísima fuerza,tranquilidad y optimismo porque esta vez es la buena!!! Un abrazo bien fuerte

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  3. Madre!!!! Lo que tenemos que sufrir en estos procesos nadie lo sabe si no se pasa..... mucha fuerza!! Ya está ahí!!!

    Puedo ayudar algo:Tengo pergoveris, gonal75, bemfola 225 y orgalutran... CORREO:

    todoslosdiassaleelsol1996@hotmail.com

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